Milei busca apoyo de los gobernadores para avanzar con tres grandes reformas
El presidente Javier Milei convocó ayer a los gobernadores de todo el país para pedir respaldo a su paquete de reformas estructurales, que incluye cambios tributarios, laborales y de apertura económica. El encuentro en la Casa Rosada fue, más que una reunión formal, una partida de ajedrez política: el Gobierno necesita sostén territorial para concretar su plan y los mandatarios provinciales quieren garantías sobre el reparto de fondos.
Reforma tributaria: menos impuestos, más autonomía
La primera de las iniciativas que impulsa Milei apunta a reducir de manera drástica la cantidad de impuestos nacionales, con la promesa de simplificar el sistema, bajar la presión fiscal y devolver poder a las provincias.
El Presidente plantea que la rebaja de alícuotas y la eliminación de tributos distorsivos favorecerá la inversión y la formalización, aunque varios gobernadores advirtieron que una reducción abrupta podría afectar los ingresos coparticipables.
En paralelo, se analiza un nuevo esquema de coparticipación que permitiría a las provincias retener un porcentaje mayor de lo recaudado localmente, lo que abre una negociación sensible entre la Nación y los distritos.
Reforma laboral: modernización o flexibilización
El segundo eje es la reforma laboral, orientada —según el Gobierno— a “modernizar” las relaciones de trabajo y fomentar el empleo formal.
El borrador propone ampliar el período de prueba, limitar las indemnizaciones por despido, autorizar convenios por empresa y eliminar la obligatoriedad de las cuotas sindicales.
Los gobernadores del norte y el interior productivo ven en este punto una oportunidad para atraer inversiones, mientras que sectores sindicales y opositores advierten sobre una posible pérdida de derechos laborales.
Reforma económica y apertura comercial
La tercera reforma proyecta un rediseño integral del Estado y la apertura de la economía. Milei busca reducir la intervención estatal, eliminar organismos que considera innecesarios, habilitar la competencia de monedas y avanzar en acuerdos de libre comercio.
El objetivo, aseguran en el Ejecutivo, es “volver a insertar a la Argentina en el mundo” y atraer capitales. Para los gobernadores, el desafío pasa por mantener recursos y autonomía en un esquema donde el Estado nacional reduciría su tamaño y su gasto.
El nuevo pacto federal en construcción
Durante la reunión, los mandatarios provinciales coincidieron en la necesidad de discutir cómo se financiarán las obras públicas, los servicios y la seguridad, si las reformas se implementan. Milei, por su parte, ofreció “autonomía y previsibilidad” a quienes acompañen los cambios.
El Gobierno buscará ahora que el Congreso trate el paquete de leyes antes de fin de año. Si logra el respaldo provincial, el oficialismo podría encarar en 2026 su primera etapa de aplicación plena.
Mientras tanto, los gobernadores mantienen el lápiz en la mano: dispuestos a firmar, pero solo si el contrato federal les cierra.
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