Nogolí: Roxana Peña y sus cartas que mojan el alma y secan el miedo
Entre las sierras y los silencios de Nogolí, una mujer convirtió el dolor en palabras y la esperanza en tinta. Roxana Peña, escritora mendocina radicada desde hace varios años en el pequeño pueblo del norte puntano, presentó recientemente su primer libro, Cartas Mojadas, una obra atravesada por la sensibilidad, la amistad y una historia de resiliencia frente al cáncer.
La autora, que eligió a Nogolí como su refugio y su raíz, compartió con La Posta una entrevista íntima en la que repasó los caminos que la llevaron a escribir, las cicatrices que la inspiraron y la fuerza que la sostuvo cuando la enfermedad intentó ponerle punto final a su historia.
Durante la distendida charla, Roxana leyó una de las cartas del libro, titulada “Quimera”, un texto que desnuda la ternura y la pérdida, inspirado en una amiga que marcó profundamente su vida. La emoción la acompañó en cada palabra, como si las letras se escribieran solas, guiadas por la memoria y la gratitud.
“Escribir fue mi manera de sanar —confesó—. Cada carta es una despedida, pero también un renacer.”
Cartas Mojadas fue presentado oficialmente en la Biblioteca Pública de Nogolí, en un encuentro cargado de emoción y acompañamiento vecinal. Días después, la escritora llevó su obra a la Feria del Libro de Villa de Merlo, y adelantó que pronto hará lo propio en Villa Mercedes, donde continuará compartiendo su mensaje de amor, pérdida y resistencia.
Roxana también reveló que ya trabaja en dos nuevos proyectos literarios, continuación de un proceso que ella misma define como: “una forma de diálogo con la vida después del miedo”.
Al cierre de la entrevista, agradeció a las personas e instituciones que apoyaron la edición de Cartas Mojadas y que colaboran con su difusión.
Quienes deseen conseguir un ejemplar o comunicarse con la autora pueden hacerlo a través de sus redes sociales —donde aparece como Roxana Peña— o al teléfono 266-433-3716.
Una historia escrita entre la adversidad y la esperanza. Porque en Nogolí, entre montañas y cartas mojadas, una mujer aprendió que la tinta también puede curar.
Escuchá la entrevista completa:
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