Productores y vecinos del Departamento Dupuy reclaman por el mal estado de caminos rurales

“Producir al suroeste del departamento Dupuy es toda una odisea. El primer inconveniente es la llegada al campo. No tenemos cómo llegar tranquilamente a llevar nuestros insumos para poder producir y trabajar”, le dijo a El Semiárido Elena Landaburu, una ganadera que volvió a hacer visible el reclamo de productores y habitantes por la reparación y asfaltado de su única comunicación terrestre, como es el tramo Unión-Martín de Loyola-La Maroma-Los Overos de la ruta provincial 48.

Desde la dificultad para ingresar a los campos con insumos hasta sacar la producción es parte de la vida cotidiana allí. Pero ahora un incidente, que ocurre a menudo y del que fue testigo Landaburu, volvió a hacer visible el obstáculo: ese tramo tiene una sola mano y cuando dos vehículos en sentido opuesto se encuentran, es todo un problema.

“En el siglo XXI estamos con los mismos problemas de comunicación terrestre y telefónica con la data de hace 250 años. Han pasado cuatro generaciones y seguimos con el problema que el camino está intransitable. Hay que sacar tres chasis hasta la ruta nacional 188 para poder llenar un equipo de terneros y venderlos para sostener la actividad”, se lamentó la productora, quien invitó a las autoridades a recorrer la ruta, para apreciar en vivo y en directo la situación.

Es un problema que no se supera y es una odisea la producción ganadera en esta parte del sur de San Luis, insistió.

Comentó que el chasis de la foto iba rumbo al sur, en dirección a Martín de Loyola, con tres toros reproductores que habían comprado en la exposición de la Rural de San Luis. La camioneta que venía en sentido contrario era un contratista rural recién llegado a esta zona.

Ambos circulaban por la única mano que hay en ese tramo de la ruta provincial 48. No pudieron superar la dificultad de tener una mano tan angosta y quedaron tocando los vehículos como se observa en la imagen.

Elena fue testigo del acontecimiento ya que venía guiando al chasis que no conocía la ubicación del campo.

Un viejo reclamo

En 2008, en oportunidad en que el entonces gobernador Alberto Rodríguez Saá visitaba Unión para inaugurar el servicio de Wi Fi, la ganadera recordó que le solicitó encarecidamente el asfalto de la ruta 48: “Quedó muy comprometido en darnos una respuesta satisfactoria y el ministro de Medio Ambiente, arquitecto Hugo Larramendi, se ocupó con mucha responsabilidad del tema, hizo reuniones con productores de la zona y se comprometió a superar el escollo de la intransitabilidad de la ruta”.

También en esa oportunidad trabajó el ingeniero Aguado, según recordó, conectándolos con la gobernación en una diligencia “muy responsable, pero de ahí en más hasta el día de hoy no ha pasado nada. Hemos seguido presentando nuestro pedido ante los ministerios del Campo y de Obras Públicas y a cuanto funcionario se llegó por esta zona. Todos nos dicen que sí, nos prometen soluciones y acá no ha pasado nada”.

También señaló que, en momentos de suma emergencia, Vialidad Provincial hace una incursión, pasa la máquina topadora, pero lo que ha logrado hacer lamentablemente es un hondo zanjón que no permite cruzar dos vehículos.

En ese sentido, indicó que el año pasado arribaron varios camiones de tosca hacia las zonas más dificultosas, donde el guadal prácticamente no dejaba pasar: “Ha quedado muy lindo, pero son tramos muy cortitos. Eso no ha alcanzado ni va a alcanzar para darle solución a la transitabilidad de la huella, que es muy honda y no permite el cruce del vehículo que viene del norte con el que lo hace desde el sur”.

Para Landaburu, son guadales bravos, que se complica cuando se circula en esta zona en oportunidad de sacar terneros o de llevar insumos. Son varios camiones que los distintos establecimientos necesitan mover y el camino se desarma. Es una situación muy difícil de superar si no se toca completamente la traza y lógicamente lo óptimo sería una carpera asfáltica, precisó.

Según memoró, la traza de la ruta provincial 48 data de la época de la Colonia, en la que se transitaba con carros. Su mantenimiento a través de los años ha sido muy escaso y solo cuando los productores expresan que están al límite de la transitabilidad, advirtió.

Pero a este deterioro se suma el clima sur del sur provincial. Los constantes vientos del norte hacia el sur y viceversa castigan el trazado cambiando la geografía de la mañana a la noche. “Usted pasa a la mañana y tiene una huella, que a la tarde cambia totalmente”, ilustró e insistió que esto hace que sea una cuestión insuperable si no se cuenta con un toscado a lo largo de toda la ruta.

“Económicamente nos causa un daño terrible porque aumentan los costos de flete y de traslado. Hay camiones que no quieren transitar por la ruta por las roturas de embragues, palier, entre otros. Hace falta entoscarla cuanto antes y conservar activamente dos manos. Es imposible tener una sola mano en una ruta para cargas pesadas como es la actividad rural y ganadera”, remarcó la productora.

Dio como ejemplo que para sacar la producción de terneros hay que sacar tres chasis y llenar el equipo sobre la ruta nacional 188 acarreándolos, de manera que de allí recién sale completo. “El costo es terriblemente mucho más alto que si fuera la circulación de un equipo completo desde el vamos”, comparó.

“Lo óptimo es asfaltar, pero bregando siempre por lo mismo: los distintos representantes del pueblo en la Legislatura han logrado aprobar esta iniciativa, pero no logran el presupuesto y la ejecución de la obra. Se sabe y se reconoce que los fondos se necesitan, pero acá no aparecen”, se quejó.

Ganadería, el gran motor de Dupuy

Landaburu recordó que la producción ganadera de la zona es importante, donde el productor tiene responsabilidad en lo que hace, genera trabajo, vive azotado por las inclemencias del tiempo y la escasez de lluvias la convierten en una zona marginal. “Los reclamos los hacemos y ya nos hemos cansado”, se manetó.

La productora no se cansa de resaltar que la ruta provincial 48 hace al desarrollo del suroeste del departamento Dupuy, ya que es importantísima para el trabajo y la producción.

“Vincularnos con la ciudad de San Luis, como lo estamos haciendo para buscar animales, a llevar, a vender y comprar insumos es poner en marcha el engranaje productivo de la zona. Es lo que no debemos desperdiciar, porque es un momento en el que la Argentina necesita generar trabajo y producción para que aparezcan márgenes genuinos para sostener este tan ansiado bienestar y buena convivencia que tiene que haber en la sociedad”, reflexionó.

Para la ganadera del sur provincia, “nos está faltando ese trabajo puro que es el que produce colocando una semilla o llevando un toro y una vaca, el ternero y la planta que dará generarán la utilidad y la rentabilidad realmente genuina, o sea que le incorpore el valor agregado a la matera prima y nos da el producto terminado, con la incorporación del trabajo, de nuestras horas de sueño, de nuestros sueños y de todo lo que genera para llevar a delante para poder producir bien”.

Destacó que el plan de sanidad es un plan también que les está permitiendo arribar a una organización mucho mejor y superadora: “Estamos en la medida de ser tan competitivos como las zonas más importantes y productivas del país y este suroeste del departamento Dupuy no hay que abandonarlo, sino colocarle todas las pilas que se puedan, porque tiene potencialmente mucho para dar y las nuevas generaciones tienen que encontrar en esta zona un reservorio de trabajo para no descolonizar y no abandonar estos suelos”.

Son extensiones grandes que necesitan del trabajo de la gente, del diario vivir y de seguir incorporándole todos los mecanismos y tecnologías que se están desarrollando en la actualidad, reiteró.

Una ruta que podría despertar el oeste

Varios son los productores que también se ocuparon del reclamo, pero especialmente lo ha hecho la señora Mirtha de Dassa, quien junto Elena y otros más han estado siempre incentivando la reparación y asfaltado de la ruta 48.

La traza de la ruta provincial 48 une La Maroma con Martín de Loyola y Los Overos, y “con un tranquito más tenemos conexón con La Pampa”, dijo Elena y llamó a tener en cuenta que desde La Maroma al cruzar la ruta nacional 188, se sigue a Navia y Puente La Horqueta hasta legar a la ruta nacional 146.  Ese tramo entre ambas rutas nacionales se denomina ruta provincial 49 y corre paralelo al límite con la provincia de Mendoza.

“Es sumamente importante para el desarrollo de todo el oeste de la provincia, de norte a sur por todo el largo. No se habla de esto porque está en el olvido, pero esencialmente esa zona es riquísima. Desde la ruta nacional 188 hasta el Puente La Horqueta tiene un reservorio de algarrobo que es un gran pulmón”, valoró la productora.

Recordó que, en ciertas oportunidades, la provincia hizo un resguardo y mantenimiento de los bosques nativos, pero consideró que aún hay mucho para hablar de esto y que con tiempo se puede desarrollar de otra manera.

“Siempre apuesto a que esta zona está muy virgen y que necesita desarrollo y atención, no solo por política frente a las elecciones, sino como medio de vida y desarrollo del lugar para futuro. No se desconoce el estado de emergencia constante de la ruta provincial 48. Simplemente se la ignora a través del tiempo”, concluyó.

Fotos: Gentileza Elena Landaburu.

Fuente: El Semiárido